Delimitamos.
Garantizamos.
Impulsamos.

El agrimensor es clave al comenzar una obra o una operación inmobiliaria. Si vas a construir, delimita la parcela y certifica la correcta ubicación de los mojones en los vértices de la misma para garantizar seguridad jurídica y física. Para comprar, vender, hipotecar o hacer una sucesión, se requiere el Estado Parcelario, que realiza el agrimensor. También podés consultarlo por trabajos relacionados con la topografía, que comprenden tareas como levantamientos topográficos, nivelaciones, entre otras.

Lo ideal es contar con la partida inmobiliaria o la nomenclatura catastral (que suele estar en el recibo del impuesto inmobiliario). También sirve la escritura o el boleto de compra-venta.

Es un documento que certifica que la propiedad tiene su valuación fiscal actualizada, sus medianeras están bien ubicadas y el lote está correctamente posicionado dentro de la manzana. Es obligatorio para escriturar y lo elabora un agrimensor.
Posee una vigencia determinada dependiendo de la característica del inmueble.
Se necesita para comprar, vender, en una sucesión o en una donación.

Es la operación técnica, de carácter geodésico, topográfico y jurídico, realizada por un profesional con incumbencias que tiene como objetivo vincular el hecho con el derecho, para determinar, modificar o verificar el bien inmueble.
El Agrimensor constata o contrasta la descripción que figura en el Título de una propiedad con la ubicación y dimensiones reales y las mejoras existentes para luego volcar esta información en un plano.

Consiste en marcar físicamente los límites de una parcela con mojones o estacas, según lo que indica el título de propiedad. Así se demarcan correctamente los límites del terreno dentro de la manzana.